La alta calidad de los documentales presentados y la asistencia de sus directores, guionistas y productores ha sido el eje central del certamen.
En esta tercera edición, el certamen ha dado un importante salto cualitativo en el concurso, pues la participación ha sido alta y variada, destacando la importancia y calidad de los documentales presentados, provenientes de más de 10 países diferentes, lo que ha permitido acercarse a esas otras realidades rurales desde Santa Cruz de Moya, en la serranía baja conquense.
Tal ha sido el nivel, que desde la organización tuvo que ampliarse la cantidad de finalistas, de cinco a seis, y el jurado, presidido por Álvaro de Luna y el conquense Jose Angel García, tuvo dificultades para establecer el premio, que finalmente se lo ha llevado el documental “Primero Dios”, de la productora española El Sótano, dirigido por Fernando Martín Lorente y rodado en Guatemala. El Jurado ha destacado la complejidad de la producción, la profundidad al abordar el tema, el ensamblaje y desarrollo del guión, así como todos los aspectos técnicos y estéticos del mismo. El cuadro de finalistas se completa con “Tiyabuo Garmi”, como 1º finalista. Una producción rodada en Malí, de tono alegre y clave alta, contrapunto total del ganador. Como segundo finalista, “Figura con paisaje” de Jesús Mª Palacios, producción española sobre el mundo rural en el pirineo catalán.
El jurado ha destacado asimismo el documental “As silenciadas”, del director Pablo Ces, el cuál presentó y comentó su obra en el certamen con gran aceptación del público asistente en la sesión vespertina del sábado. No hay duda, que era uno de los preferidos del público. Los otros finalistas, también con una incuestionable calidad de rango internacional fueron “Nos quedamos” del cubano Armando Capó, presentado a través de la Escuela internacional de Cine de Cuba y “Los Gabarreros” de Jose Antonio Vallejo, avalado por la Asociación Española de Cine Científico.
El sábado 27 se contó con la presencia del Director General de Desarrollo Sostenible del Medio Rural del MARM, Jesús Casas, que desde primera hora nos acompañó, manteniendo fructíferos encuentros con la dirección del festival, la Asociación La Gavilla Verde, que le presentó sus proyectos, y con alcaldes de la Red Tierras de Moya. Posteriormente, fue el encargado de entregar el premio del certamen y cerrar el mismo, con interesantes reflexiones sobre el futuro del mundo rural.
La ruta senderista, el almuerzo gavillero y la posterior proyección de documentales en el horno de la Olmeda, el sábado por la mañana, han supuesto una actividad muy apreciada por el público asistente.
La satisfacción de los organizadores era total al cierre del certamen. La Gavilla Verde ha manifestado su voluntad de continuar el año que viene con esta actividad y remarcan su voluntad de constituir esta actividad como un centro de referencia cultural en la memoria de las sociedades rurales. La próxima convocatoria de la asociación serán sus ya tradicionales jornadas de estudio sobre la resistencia al franquismo, que tendrá lugar durante el primer fin de semana de octubre, y el homenaje del Día del Guerrillero.